Def Leppard y Mötley Crüe en Madrid: viaje épico al corazón del hard rock ochentero.

Def Leppard y Mötley Crüe en Madrid. Así, en letras bien grandes. Ahora que lo tengo reciente, espero no dejarme ningún detalle e intentaré ser lo más objetivo posible, aunque me va a costar bastante, por varias razones.

Soy Borja Mollá y esto es un blog dedicado a la batería. En principio, no suelo hacer crónicas de conciertos, porque normalmente estoy tocando y no tengo tiempo de ver bolos, pero…

Resulta, que llegó a mis oídos y a mis ojos, que el World tour de Def Leppard y Mötley Crüe, a los que acompañaban Joan Jett y Poison por EE.UU, iba a prolongarse por Europa y una de las paradas iba a ser Madrid, concretamente en el Auditorio Miguel Ríos de la población de Rivas Vaciamadrid, de la mano de Music Nation España.

Ni que decir tiene, que me faltó tiempo para agenciarme dos entradas, una para mí y otra para Fer, mi mujer y socia en locuras musicales y culturales varias.

Para quién no lo sepa, hace ya unos años justo antes de la pandemia, monté un tributo a Mötley Crüe, llamado The Dirties, justo después de ver la película autobiográfica de la banda llamada, The Dirt. Por cierto, muy recomendable, aunque es mejor que te pilles el libro. Contiene muchos más datos y encima, si ves la película después de leer el libro, esta te sabe a poco. Por cierto, aquí tienes el enlace al libro, por si te lo quieres pillar.

Los Mötley ha sido una de mis bandas de cabecera desde siempre. O sea, que tenía que ir, sí o sí.

LAS ENTRADAS DE DEF LEPPARD Y MÖTLEY CRÜE

Empecemos por lo más inmediato y duro. El precio de las entradas…vaya tela. Yo, que soy un cincuentón, con curro más o menos estable, pues si que he podido costearme la entrada, pero…casi 100€ contando con las comisiones, para ver un bolo en una grada, sentado en el puro cemento, a 50 grados, sin posibilidad de sombra…

Pero vamos, que ni de lejos era la más cara. Y si, estaba muy, muy lejos del escenario. Menos mal que estaban las pantallas. Aunque de eso ya hablaré más adelante.

AUDITORIO MIGUEL RIOS

El Auditorio Miguel Ríos de Rivas Vaciamadrid tiene capacidad para 15.000 espectadores (ampliable a 34.000). Un impresionante ‘anfiteatro’ diseñado sobre la falda de una colina para albergar espectáculos musicales y escénicos.

El auditorio se inauguró en septiembre de 2009.

Esto es lo que dice internet sobre el sitio. Según datos oficiales, fuimos unas 30.000 almas las que en ese horno nos dimos cita, en el concierto de Def Leppard y Mötley Crüe. El mismo sábado, empezaba una ola de calor en Madrid. Pasamos de los 40 y ni un ápice de sombra. No es crítica. Es la realidad. Pero, ¿no somos rockeros? Pues eso.

Según me he informado, está construido sobre un antiguo vertedero y en sí, el aspecto es espectacular, como un moderno anfiteatro.

EL ESCENARIO

No sé las dimensiones, pero era enorme. Con equipos line array a ambos lados, más un refuerzo más hacia dentro y después, como a 50 metros (a ojo de buen cubero) dos line arrays más para que las gradas oyeran bien el concierto. Cuando hacen estos montajes, para evitar el desfase en el sonido, aplican un pequeño retardo o delay. Si queréis saber más sobre eso, pónmelo en los comentarios y haremos un post más técnico.

A ambos lados del escenario, habían unas pantallas enormes, con varias cabezas móviles arriba. Todo el fondo de escenario estaba cubierto por una pantalla enorme dividida en 4 ( o 5) todo hacá presagiar que el bolo de Def Leppard y Mötley Crüe iba a ser épico.

EL PÚBLICO

Había tres zonas bien definidas. La primera línea, luego una segunda zona y finalmente las gradas. No había manera de pasar de una zona a otra. En cierto modo justificado, por la diferencia de precios.

Tengo que decir, que el público del hard rock y del metal es el mejor público del mundo. Y no es que lo acabe de descubrir, pero he de decirlo. En el tiempo que estuve, que fue todo el bolo, ni una mala palabra, ni un mal gesto…todo de un buenrollismo brutal.

LA CERVEZA

Y sí. Merece un apartado sólo para ella. CARA NO, LO SIGUIENTE. 6€ cada vasito y si te lo servían unos mochileros que iban por allí, como modernos camellos (y no hablo de drogas, si no del camello animal), lo más seguro es que medio vaso fuera de espuma.

Menos mal que podías beber en los baños. El agua de Madrid muy buena, por cierto.

Pese al elevado precio, no tardabas demasiado en conseguir el preciado líquido y te aseguro, que nos hizo falta cada gota de agua y cerveza que pillamos, para combatir el calor.

TIMMING (HORARIOS EN CRISTIANO)

Puntualidad pasmosa a la hora de empezar todos los bolos. En serio. Me dejó pasmado. Desde los teloneros, Los Sex, hasta las dos super bandas.

LOS SEX

Buena banda. Temas bien ejecutados. Quizá para mi gusto un poco repetitivos. Ahora, eso sí, llenos de entusiasmo por abrir este conciertazo tan especial. Pero, sinceramente, estaban fuera de lugar. Una buena banda, pero para nada, para abrir este evento.

MÖTLEY CRÜE

Def Leppard y Mötley Crüe

Sin duda los Motley, es la banda de mi corazón. Tengo diseccionadas en mi cabeza todo el repertorio que hicieron, ya que formo parte del único tributo masculino a la banda en España, The Dirties.

Me fue muy difícil, casi imposible, no seguir analizando cada nota y cada golpe que hacía Tommy Lee. Pero aun así vibré como un enano. Me transporté a mis años adolescentes cuando las hormonas corrían a raudales por mis venas y salté y canté, como hacía mucho tiempo que no lo hacía.

El repertorio, sabido por todos gracias a las redes sociales, no defraudó para nada. Aunque pierdes el efecto sorpresa, también mola mucho saber que tema va a sonar a continuación.

Aun siendo los Motley, me dio la sensación de estar viendo un concierto contenido. No sé si por exigencias de cumplir a rajatabla, el horario establecido.

El sonido, apabullante, aún en las gradas, aunque me comentaron, que, en la zona intermedia, no se apreció tanto la piña de los subgraves. Aunque seguro que, a las primeras filas, aun les estará retumbando el pecho. Porque efectivamente y menos mal, no había ningún limitador en el equipo. El sonido de 10, aunque claro, algo enrevesado por la manera que tienen de tocar los Motey. Siempre han sido medio guarretes.

Aunque me supo bastante mal no poder ver al gran Mick Mars, John 5 es un cañonazo de guitarrista. Limpio, preciso y con un sonido brutal, la verdad.

El sonido de batería, como siempre, muy procesado y haciendo uso de triggers a mansalva. Como suele hacer Tommy, simplificó bastante las partes de batería. Pero con ellos, lo que prima es el espectáculo.

En sí, no me percaté de ninguna secuencia de batería entera, aunque llevaba apoyos seguro. Pero, ¿quién no los lleva actualmente?

Tommy e sun gamberro 15 añero de 60 años. Eso ya lo sabemos todos. No dudé ni un segundo, que iba a pedir ver tetas. Estaba cantado. Por lo demás, ¡¡sigue arreando *stias como panes!!

Vince Neil, estuvo bastante bien, la verdad. Nunca ha sido una maravilla cantando en directo, pero supo estar a la altura de las circunstancias.

Y Nikki…es Nikki. El puto amo y así lo demostró todo el bolo. De hecho, es el dueño de la banda.

Bailarinas, esculturas hinchables gigantes, las proyecciones, auténticos video clips. Y explosiones como punto final. No faltó casi ningún cliché. Tampoco dejaron nada a la improvisación, desde luego.

En mi caso, me saqué la espinita de verlos por fin. Y ver la cara de Fer a mi lado, no tenía desperdicio.

DEF LEPPARD

La elegancia hecha hard rock. Además desde siempre. No sabía que me podía deparar este concierto, pero, vaya tela. Sonidazo desde el minuto uno. además, pese a lo que opinen algunos, def Leppard y Mötley Crüe, son una pareja perfecta para un concierto.

El escenario se vació del todo. Solo quedó una plataforma que cruzaba todo el escenario de parte a parte y en medio. La batería híbrida de Rick Allen, en el centro perfecto.

Las proyecciones. Si las de Motley habían sido impresionantes, estas eran de otro nivel sin duda. La mejor escenografía que he visto. Que buen uso de las nuevas tecnologías.

A mi, desde luego, me dejaron sin palabras. Al principio lo dudé, pero luego entendí el orden de actuación. Es que de verdad, se veían enormes y muy bien engrasados estos Def Leppard.

En resúmen. Una increíble noche de hardorock ochentero, dónde hubo muy buen rollo, desde el principio. Un público amable, agradecido y respetuoso, como es siempre el público metalero.